Contenidos protegidos por la Dirección Nacional del Derecho de Autor

lunes, 22 de agosto de 2011

GERARDO MARTINEZ Y OSCAR LESCANO, el regreso de los muertos vivos

Esta semana a raíz de una reunión que se produjo en la Uocra por la sucesión de Moyano al frente de la CGT nos encontramos con declaraciones que no sorprenden, pero si indignan. Oscar Lescano manifesto sin ponerse colorado que "en la actualidad hay dos compañeros presos, que para mi son dos presos políticos en democracia, Zanola y Pedraza, son dos presos politicos".

Este "joven" dirigente que lidera junto a Gerardo Martínez "la renovación" de la CGT, no esta solo, lo acompañan Armando Cavalieri, Geronimo Venegas, Carlos West Ocampo, junto a los denominados "presos políticos" Zanola y Pedraza. El remedio peor que la enfermedad.

Utilizar el termino preso político, que ha sido usado historicamente para darle esa entidad a luchadores del campo popular que por sus ideas o por su acción política y militante han sido injustamente encarcelados es una falta total de respeto.

Zanola esta preso por estafar a la obra social bancaria, a sus trabajadores y al Estado Nacional con troqueles truchos, y lo que es peor, traficando remedios adulterados que eran provistos a enfermos terminales. Si esto no es un desprecio por la vida humana, por sus trabajadores y sus familias, ¿qué es entonces?
¿Y Pedraza? burocrata responsable del crimen de Mariano Ferreyra, quien murió por defender los derechos de los trabajadores explotados por el sistema de tercerización que la Union Ferroviaria, la Uocra, Roggio y el Gobierno Nacional inventaron para generar mano de obra barata. En todo caso el crimen de Mariano fue un crimen político, lo mataron porque una patota enviada por Pedraza con la complicidad de la Policia Federal tenia que reprimir ese legitimo reclamo. Siempre la violencia como metodo para silenciar al que piensa distinto.

Esto es un reflejo de lo que son, de lo que piensan, de donde vienen; fueron parte de la triple A, complices de los milicos, entregaban compañeros y algunos como Gerardo Martínez eran oficiales de inteligencia infiltrados para buchonear y "marcar" trabajadores. Pensaban y piensan que los compañeros desaparecidos eran "zurditos" que había que matar, y piensan lo mismo de los jóvenes como Mariano Ferreyra que pelean contra la burocracia sindical.

Hace tan solo dos años el secretario adjunto de la CGT, Juan Belen dijo que los trabajadores del subte eran "loquitos, parte de una zurda loca que manejan desde afuera".

Mantuvieron las patotas en democracia y aún hoy quieren mantenerlas como sistema para reprimir reclamos opositores, para silenciar a los activistas y para garantizar los negociados que les permitieron hacerse millonarios. Traicionaron a los trabajadores, fueron defensores y complices del proceso de privatizaciones de los años noventa que los hizo consolidar sus fortunas personales y dejar en la calle a miles de argentinos.

Administraron la plata de las obras sociales a su antojo poniendo a la esposa, al hijo o al pariente más cercano para que no se notara que se estaban robando todo. Algunos como Martínez tuvieron su propia AFJP, fueron parte de cada plan de flexibilizacon laboral a cambio de impunidad y más fondos para continuar con el desfalco.

Esto es lo que han sido y lo que son a pesar del paso del tiempo y de un sistema monopólico que hace agua por todos lados, la verdad, la memoria y la justicia llegan aún cuando parece tarde. Los trabajadores estan de pie y no quieren mas patrones de estancia; quieren decidir adonde ir; quieren elegir y ser elegidos; quieren hacer asambleas y no ser silenciados; quieren mejores salarios y condiciones dignas; quieren democracia y libertad sindical.

Es una mala noticia para todos los que piensan como Oscar Lescano y Gerardo Martínez, pero hay una realidad difícil de ocultar, y es su propia historia, quienes han sido y quienes son. La historia es la que hoy les pasa factura.


No hay comentarios:

Publicar un comentario