22 de agosto de 1951
En aquel inolvidable discurso, pronuncia una de sus frases más celebres "Yo no renuncio a la lucha, renuncio a los honores".
Desde el SITRAIC queremos recordar parte de sus palabras y renovar nuestro compromiso permanente con los trabajadores, compromiso que al igual lo hiciera Eva Perón, debe consumir nuestra fuerza y nuestro esfuerzo hasta el limite.
Sólo los trabajadores organizados, salvaran a los trabajadores!!
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