La Unión Obrera de la Construcción (UOCRA) anuncia con bombos y platillos, la jubilación del obrero de la construcción a los 55 años, y asegura que “la Ley Nº 26.494 estableció, en su articulo 1º, que los trabajadores de la industria de la construcción encuadrados en el marco de lo dispuesto en el inciso c) de la Ley Nº 22.250, gozarán de un régimen provisional diferencial, pudiendo acceder a la jubilación cuando alcancen la edad de CINCUENTA Y CINCO (55) años, sin distinción de sexo, en tanto acrediten TRESCIENTOS (300) meses de servicios con aportes computables a uno o más regímenes del sistema de reciprocidad provisional, de los cuales, al menos, el OCHENTA POR CIENTO (80%) en los últimos CIENTO OCHENTA (180) meses deben haber sido prestados en la precitada industria”.
Este anuncio que a simple vista alegraría a un trabajador, es un engaño. Pues lo que lo hace una trampa es el modo de contar el tiempo trabajado. Mientras que cualquier trabajador lo hace en años, la UOCRA lo hace en meses. Esos “TRESCIENTOS (300) meses” son imposibles en esta industria, lo que convierte también en imposible la jubilación a los 55 años, tal como ellos lo dicen.
En el caso de la construcción, una obra comienza y termina en un determinado tiempo. Si el trabajador realiza tareas durante, por ejemplo 7 meses y cobra en blanco, una vez finalizado este trabajo quizás el siguiente que logra conseguir dura 5 meses y es en negro. Y así siempre. Lo que hace aún mucho más lejana la idea de jubilarse a la edad correspondiente, tras haber trabajado a lo largo de toda su vida.
La Ley Nacional de Jubilación establece que cada 6 meses trabajados, se computa 1 año. El cálculo se realiza en años, lo que le permite al trabajador asegurar su bienestar y dignidad tras su jubilación.
Un claro ejemplo es el de los chóferes, que se amparan en la Ley Nº 20.740 de Jubilaciones Especiales, que en su articulo 1º plantea que “tendrá derecho a la jubilación ordinaria con cincuenta y cinco (55) años de edad y veinticinco (25) de servicio el personal en relación de dependencia que se desempeñe habitualmente en tareas de conducción de vehículos automotores de transporte de cargas en general, urbano, interurbano y de larga distancia”. Hoy los choferes están peleando por lograr su jubilación a los 52 años.
En el caso de la Construcción el número es alarmante, sólo el 0,5 por ciento de los trabajadores logran llegar a la jubilación, aunque esta industria ocupa el 5 por ciento de la totalidad de la población laboral en la Argentina. ¿Cuántos obreros de la construcción conocen que lleguen a su jubilación?
Esta estafa es la prueba absoluta de que la UOCRA, como aparato sindical y no como herramienta de los trabajadores, defiende los derechos patronales a ultranza, sin mediar el mínimo compromiso, que haría más decorosa su actitud de defender a los trabajadores más vulnerables, que son los que tienen más de 45 años. Estos trabajadores son los que, producto de los accidentes de trabajo, el padecimiento de la toxicidad de los insumos y la falta de controles, no logran pasar la Aseguradora de Riesgos de Trabajo (ART) y como consecuencia se ven sometidos al trabajo en negro, esclavo, o al fraude laboral. Este trabajador, claramente no podría lograr jamás su jubilación a los 55 años.
Una vez más queda al descubierto la falta de compromiso de la UOCRA en garantizar trabajo en las condiciones que corresponden, seguridad y dignidad a los trabajadores de la Industria de la Construcción.
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