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Horacio Américo Barcos ex represor asesino y agente de inteligencia del Batallón 601. Compañero de Gerardo Martínez en dicho batallón y nombrado por el mismo como interventor en la UOCRA de Tres Arroyos en el ´97
Desde una extraña clandestinidad Gerardo Alberto Martínez, DNI 11.934.882 número de orden 2798 del Batallón de inteligencia 601, eligió una solicitada para responder torpemente a las denuncias que pesan en su contra, manifiesta en ella "no he formado parte del personal civil del Batallón 601 del ejército".
Reconocemos que en este punto dice la verdad, no miente, ya que él aparece en los archivos del Ejército Argentino como Personal Civil de Inteligencia (PCI) lo que representa una diferencia sustancial porque siendo agente de inteligencia no podía tener funciones administrativas o de maestranza como cualquier personal civil.
Una palabra menos (inteligencia) para tratar de ganar tiempo; una trampa en la que seguramente fue asesorado por el oneroso estudio Argibay Molina, uno de los más caros del país que Martínez paga con la plata de los trabajadores y a costa de la precarización laboral y la falta de seguridad que todos los días mata a trabajadores de la construcción.
Dice también "reivindico el camino de la memoria, la verdad y la justicia", más allá del cinismo que utiliza Martínez, de quien nadie recuerda una sola acción en defensa de los Derechos Humanos, se acordó un poco tarde, pues durante más de treinta años tuvo innumerables ocasiones de presentarse en la CONADEP o en la justicia para relatar las atrocidades que llevaban a cabo en el Batallón de inteligencia al que pertenecía.
Con respecto al escrito presentado en la justicia "poniéndose a disposición", es una vaga obviedad salvo que se de a la fuga. En el mismo manifiesta que va a realizar una investigación sobre los 105 trabajadores de la construcción desaparecidos. Resulta ridículo, además de extemporáneo, que quiera investigar desapariciones provocadas por la misma dictadura para la que él trabajó. También dice que no todos los trabajadores desaparecidos estaban afiliados, una discriminación y un desprecio que asustan, dado que todos sabemos que con la UOCRA intervenida por los militares resultaba temerario para un trabajador afiliarse.
Hoy una nueva solicitada apareció publicada en los diarios donde se manifiesta el apoyo que le dieron a Martínez sus secretarios generales, esto no merece el mínimo análisis, aunque hubiese sido importante y esclarecedor que quienes lo apoyan lo hagan firmando con nombre, apellido y número de documento, para que la sociedad y el pueblo argentino conozcan las "ilustres" personalidades que lo acompañan.
A partir del lunes próximo cuando concluya la feria judicial, el tiempo de descuento para el fin de la impunidad de la burocracia sindical cómplice de la dictadura, comenzará. Es en la justicia donde Gerardo Martínez tendrá que decir que funciones cumplía, quienes eran sus jefes, y cuántos compañeros suyos del Batallón 601 y de la Triple A, pasaron por la UOCRA y cuántos aún continúan allí.
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