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lunes, 16 de mayo de 2011

Augusto Timoteo Vandor, Lorenzo Miguel y Hugo Moyano

(Transcribimos a continuación un segmento de la nota de Horacio Vervitsky publicada por Página 12 el domingo 15-5-2011)

La primacía de la política

"(...) Feos, malos y sucios

Sin embargo, todas las miradas se dirigieron a Hugo Moyano, porque la presidente también se declaró “cansada de los que dicen ayudar y vivan el nombre de Cristina y al otro día hacen exactamente todo lo contrario”. Ésa era una referencia al hijo mayor del secretario general de la CGT, Pablo Moyano, quien tres días después de que Cristina pidiera racionalidad, bloqueó las plantas de combustibles de YPF, Petrobras, Shell, Dapsa y Esso, en la provincia de Buenos Aires. Su exigencia también era sofisticada: equiparar el plus salarial que reciben los transportistas de combustibles, del 15 por ciento, con el de quienes transportan productos químicos u otros considerados peligrosos, que es del 20 por ciento sobre el convenio. Durante una semana el abastecimiento en las estaciones de servicio fue irregular, lo cual se sumó a los conflictos de petroleros y docentes patagónicos. Pero cuando Cristina dijo que no se dejaría correr, se refería también a una historia más antigua, por lo menos desde el acto en Ríver de octubre, en el que Moyano dijo que un trabajador podía ser presidente y ella le respondió que eso ya había ocurrido, que ella trabajó desde su adolescencia, hasta el de la avenida 9 de julio el 30 de abril, cuando Moyano postuló la reelección presidencial y reclamó cargos en las listas. Sin embargo, tanto desde el gobierno como desde la CGT se insiste en que la alianza estratégica no se romperá por estos forcejeos: ni Moyano ni Cristina tienen alternativas mejores, pero los sindicatos no podrán ignorar el mensaje. Tal vez ambas partes aprendan a decirse en privado lo que hasta ahora se transmiten en público para regocijo de quienes no quieren a ninguno de ellos. Moyano también teme el apoyo oficial a quienes quieren reemplazarlo en la CGT por el albañil Gerardo Martínez pero el gobierno sugiere que ni Cristina ni sus colaboradores agitan ese fantasma. Martínez ya condujo la CGT en la década maldita, desde la que contribuyó al desguace del Estado. Su regreso a la conducción junto con el recambio presidencial de 2007 era un plan del ex jefe de gabinete Alberto Fernández, pero Martínez no se animó a enfrentar a Moyano, quien recibió el apoyo de Kirchner y de la presidente. El año pasado su candidatura reapareció, pero no en los planes del gobierno sino en los del operador político de Techint, Luis Betnaza, quien a su vez aspiraba a conducir la UIA. En una serie de reuniones realizadas en la sede de la UOCRA también se planteó una compleja ingeniería electoral que debería haber conducido a la conformación de las fórmulas presidenciales Daniel Scioli-Juan Manuel Urtubey y Ernesto Sanz-Gabriela Michetti y a la firma de un pacto político y económico, dirigido a frenar el nivel de los salarios. Por último, el gobierno nacional tiene un informe descalificatorio sobre la actuación de Martínez durante la dictadura militar."

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Editorial SITRAIC

Augusto Timoteo Vandor, Lorenzo Miguel y Hugo Moyano

Un viejo sistema que vuelve recurrente y termina siempre en el deterioro de los trabajadores, en violencia, y lo que es peor, se reconvierte mutando en otras formas y otros discursos.


La nota escrita y publicada por Página 12 de Horacio Verbitsky pone en el tapete donde estuvieron ellos, Hugo Moyano y Gerardo Martinez, durante la última dictadura en nuestro país, cual fue su rol. Sin lugar a dudas comenzó en los ´70, ligados ambos a CNU (Concentración Nacionalista Universitaria) grupo universitario que junto al "lopezreguismo" constituyeron la TRIPLE A.


Pero ellos no eran jóvenes a los que utilizaron inocentemente para ser el prolegómeno del desastre. No, ellos fueron parte de un plan aún vigente. Un plan donde los dos fueron y son piezas importantes para ese núcleo, el Batallon 601 de Inteligencia del Ejército, donde fueron preparados para lo que son hoy. Uno, manejando todo lo que tiene ruedas; el otro es el que nos pone a todos los argentinos en una situación dificil otra vez, incluso al Gobierno. El "otro" Gerardo Martinez, era discipulo obediente del sector del ejército antes mencionado, mientras algunos eran perseguidos y otros tantos desaparecidos, 79 exactamente en el rubro de la construcción (ver nota de nuestro blog "¿La UOCRA reivindica la dictadura?" )


El secretario general de la UOCRA llegó de la mano del General Acdel Vilas, un asesino que la iba de peronista, nefasto en Bahia Blanca y Tucumán, largo seria enumerar y describir a este genocida. Después fue empleado administrativo junto a otros muchachos que hoy se dicen dirigentes sindicales y a los que ya se les borro la marca de la gorra. Su patrón fue el Coronel Coria que asesorado por varios CNU lo termina haciendo colaborador gremial y así empieza su carrera política.


Esa parte de la historia es más profunda y maquiavelica relacionada a lo que sugiere Vervitsky en su nota. Pero ahora agregamos: Que alquien le avise a Cristina...


...que si existe una corporación afianzada que siempre flota como un corcho en las diferentes instancias de nuestro país, esa corporación es la Patria Contratista que a través de los años nunca fueron investigados, pero unidos al proyecto militar sindical que expresa Gerardo Martinez aún hoy han transformado a esta industria de la construcción en la antesala del infierno con condiciones nefastas, muertes por supuestos accidentes de trabajo, trabajo esclavo y en negro y los salarios más bajos de la industria.


Entonces por un lado Moyano se dice ¿combativo?, cuando es nave insignia de la desestabilización de la Presidente. Y por el otro el "chupamedias" entrega a los trabajadores a la voracidad de la Cámara Argentina de la Construcción cobrandoles una coima legal por trabajador para tapar los agujeros de sus propios robos; aunque lo más importante es tener la impunidad para proteger al hombre que tanto lo apoyo, Aldo Roggio.


Que alguien le avise a la Presidente que son dos gajos de un mismo tronco "El partido militar". Y así estamos sin verdad ni justicia en el Movimiento Obrero y sin que salga a la luz quienes fueron los instrumentos para seguir desorganizando a los trabajadores por un lado, mientras vendían tranquilidad por el otro. Ellos lo llaman Paz Social, nosotros le decimos corrupción.


Cristina que se investigue quienes son los dirigentes surgidos de aquella nefasta juventud sindical, muchos tienen sangre en las manos y otros, los más cobardes, fueron "buchones" de los milicos.


A nuestros lectores les decimos, que creemos que la Presidente tiene en sus manos el saneamiento de esta encrucijada.


Recuerden: Vandor, Lorenzo Miguel y Moyano, un mismo procedimiento.


Democracia y Libertad Sindical... ese es el viento nuevo, para limpiar tanta mugre.

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