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martes, 29 de julio de 2014

Otra muerte en la construcción

Las patronales, el Gobierno de la Ciudad y la UOCRA son responsables 


El viernes 25 en horas del mediodía se producía un accidente en la obra ubicada en Salta al 970 en el barrio de Constitución. Dos obreros de la construcción quedaron atrapados entre los escombros, mientras desarrollaban tareas en el subsuelo de una construcción de viviendas de 22 pisos. El día lunes 28 uno de ellos perdió la vida a causa de las heridas provocadas por el accidente.
Según fuentes periodísticas la obra había sido denunciada 15 días antes por la UOCRA ya que incumplía las normas de seguridad e higiene. En el informe se detallaba la falta de arneses; falta de protección de aberturas y barandas; falta de apuntalamiento de muros medianeros; falta de submuración y entibamientos internos, y falta de líneas de vida y de señalización y protección de zanjas y excavaciones. Tiempo antes, en el mes de marzo, la Subsecretaría de Trabajo porteña la había clausurado la obra por problemas de seguridad. Clausura que fue levantada días después.
El mecanismo ya se ha vuelto moneda corriente en la construcción, donde todos los meses pierden la vida trabajadores a costa de las condiciones laborales a las que son sometidos.
Ante estos hechos la UOCRA siempre aparece jugando la carta de la denuncia ante los organismos estatales, si bien su responsabilidad como gremio es detener el trabajo en la obra hasta que se garanticen los elementos y medidas de seguridad correspondientes.
El 25 de febrero de este año un derrumbe provocaba la muerte de un trabajador de la construcción en una obra de Balvanera, mientras otros cuatro obreros resultaron heridos. Ante estos hechos la UOCRA declaró que había realizado la denuncia por cuestiones de seguridad.
La UOCRA utiliza las denuncias como medio para cubrirse las espaladas frente a eventuales accidentes de este tipo, mientras negocia con los empresarios coimas a cambio de su silencio ante las pésimas condiciones laborales.
Difícilmente el gremio que conduce Gerardo Martínez pueda excusarse de su responsabilidad con estas maniobras. Un gremio que se jacta de su presencia en la Ciudad de Buenos Aires con vistosos estandartes en las obras, se declara incapaz de organizar a los trabajadores para evitar la muerte de más compañeros.
Mientras los “representantes” gremiales de esta organización corrompida continúen haciendo de nuestra seguridad un negocio junto a las patronales y el Gobierno, la vida de los trabajadores de la construcción seguirá corriendo riesgo.
Desde el SITRAIC exigimos un informe donde conste: ¿en qué condiciones desarrollaban sus tareas los trabajadores de la obra? ¿si tenían sus correspondientes altas tempranas? ¿si contaban con los elementos de seguridad? ¿si existía un protocolo de seguridad en la obra?
Queremos ir al fondo en la investigación de lo sucedido para identificar fehacientemente a los responsables de estos hechos.
Es hora de que la UOCRA de cuenta de su inacción.