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miércoles, 3 de abril de 2013

UN ENCUENTRO MUNDIAL DEL SINDICALISMO

 
 
El Encuentro del Sindicalismo Alternativo, convocado por Conlutas de Brasil (dirigida por el PSTU en la LIT), Solidaires de Francia (sectores autonomistas) y la CGT Española (un ala del anarquismo), deliberó en París los días 22, 23 y 24 de marzo. Por parte de la Coordinadora Sindical Clasista, participamos los compañeros Víctor Grosi, secretario general del Sitraic, Ileana Celotto, directiva de AGD y Conadu H y Néstor Pitrola, congresal naranja de la Federación Gráfica Bonaerense.
 
El Encuentro se desarrolló sobre la base de informes previos de cada una de las tres centrales, en una reunión de 250 participantes (de 25 países).
 
En este cuadro, Solidaires se reservó la mayoría de las intervenciones del punto central, el de la crisis capitalista, y del manejo de la lista de oradores. El informe de Solidaires, desenvolvió una línea basada en “nuevos conceptos transversales”, “redes solidarias”, sindicatos alternativos y organizaciones no gubernamentales. En todo momento estuvo ausente la caracterización de la política de Hollande, que lleva adelante una política de austeridad y despidos masivos, disfrazada con slogan de relanzamiento económico. Esta línea fue seguida por numerosas intervenciones. Que alguien caracterizara que lo “mejor del sindicalismo europeo estuvo reunido allí”, muestra la enorme desorientación que campea en la clase obrera de los principales países de Europa. Como hicimos notar antes del Encuentro (ver Prensa Obrera….), la caracterización estratégica del conjunto de convocantes del Encuentro (y, aunque sorprenda, de Conlutas) es que la crisis capitalista es de “distribución”, que podría ser remediada con políticas públicas (esto explica el tufillo ‘kirchnerista’ de varias intervenciones). Este enfoque y la propuesta del ‘trabajo en red’, nos habla de una composición de fuerzas ajena a la lucha de clases del proletariado. Las luchas emergieron, en el Encuentro, de un modo marginal, a través de los obreros de Iris Bus, de Italia, que se hicieron presentes mediante su comité de huelga, o por parte de una representación de sindicatos turcos y de un grupo indonesio.
 
Fueron las delegaciones latinoamericanas las que metieron interés al debate, lo cual confirmó nuestras expectativas al momento de tener que decidir la participación en el Encuentro. La Central de la Clase Trabajadora de Paraguay denunció la integración de la burocracia sindical y de la izquierda tradicional al gobierno Lugo, al cual caracterizó como un gobierno flexibilizador (aumentó dos horas la jornada en el estado). También denunció la concentración brutal de la tierra y el “modelo sojero” de su gobierno. Todas las delegaciones latinoamericanas, incluida Conlutas, caracterizaron a los gobiernos nacionalistas y de centroizquierda, en América Latina, como burgueses y pro-imperialistas, desde Dilma hasta Cristina.
 
Nuestra delegación desarrolló un planteo político a favor de una campaña internacional con iniciativas prácticas. Esta orientación fue apoyada por Osvaldo Coggiola en representación de Andes (docentes universitarios de Brasil) y Franco Grisolía (Red 28 de abril y Comité italiano por el no pago de la deuda). Un representante de la CTA Micheli, tuvo una intervención deslucida e indiferenciada, pues evitó caracterizar al gobierno argentino y a la burocracia.
 
Nuestra intervención señaló la crisis creciente de los gobiernos nacionalistas, que una parte del Encuentro veía como un faro, y destacamos en forma especial las fuerzas centrífugas que operan en la burocracia sindical, así como el ascenso del clasismo en las organizaciones sindicales en las empresas. Refutamos la idea difundida por Syriza y otras izquierdas, acerca de la “salida argentina” a la crisis 2002, que denunciamos como un rescate de la banca acreedora y de los privatizadores, y un reforzamiento de la precarización laboral. 
 
Rechazamos la insistencia, en la declaración política del Encuentro, acerca de una “crisis del modelo de redistribución”, que colocaba al Encuentro en el campo de los planteos “keynesianos” y sus “políticas públicas”, o sea de un frente único potencial con la burguesía – y manifiestamente con el gobierno francés de Hollande, que preside la mayor ola de despidos y cierres de empresas de las últimas cuatro décadas.
 
En cuanto a la propuesta de una declaración por el 1° de mayo, única iniciativa práctica del Encuentro, propiciamos cinco puntos: la ocupación, nacionalización sin indemnización y puesta en marcha bajo gestión obrera de toda fábrica que cierre o despida; lucha contra la tercerización y precarización laboral; no pago de la deuda (se menciona su “suspensión”); la expulsión de la burocracia de los sindicatos (la declaración promueve un “sindicalismo alternativo”); abajo los gobiernos de la troika (se habla de los ajustes); abajo la Unión Europea Imperialista, por gobiernos de trabajadores (no hay caracterización de la UE, ni planteo de poder). Conlutas suscribió el planteo oficial del Encuentro. Llama la atención que una organización sindical, que se encuentra bajo una dirección trotskista se suba  aún planteo capitalista sobre la crisis, y luego pretenda condenar al chavismo, que desarrolla esa misma caracterización. Es obvio, para nosotros, que Conlutas debería abrir un debate programático si no quiere sucumbir en su propósito de desarrollar una política clasista. Al cabo de las deliberaciones, una delegación visitó Peugeot de Olné, -sentenciada al cierre, con 400 de sus 2000 trabajadores en huelga hace dos meses-, pero sin planteo alguno, ni tampoco un plan de lucha.
 
En el final se aprobaron una serie de resoluciones contra persecuciones y criminalización del movimiento obrero, entre ellas una sobre Mariano Ferreyra.
 
Concluimos nuestra intervención con un llamado a las delegaciones latinoamericanas, para organizar un Encuentro del sindicalismo combativo y revolucionario en América Latina (propusimos Asunción). El Sitraic estableció lazos con el Sindicato de la Construcción de Belén Do Pará, recuperado de manos de la burocracia de la CUT (junto a los metalúrgicos de San José Dos Campos, los principales sindicatos obreros de Conlutas) y con un sector opositor dentro de la CGT francesa (PC). Por su parte AGD, participó de un debate sobre educación con delegaciones de Francia, Argelia, Brasil, Colombia y del Estado Español.
 
En los días posteriores al Encuentro, desarrollamos una nutridísima agenda de debate, en función de la convocatoria a la Conferencia Europea por parte del CRCI.
 
Néstor Pitrola