Fuente: Agencia de noticias de la CTA
En conferencia de prensa, el secretario general del Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Construcción (SITRAIC) denunció un nuevo ataque contra delegados de su gremio por parte de una patota de la Unión Obrera de la Construcción. Víctor Grosi, destacó, “tienen que parar esto. Acá estamos ante organizaciones mafiosas que se pelean por la caja y están fuera de control”.

 
Al mismo tiempo, volvió a recordar el desempeño del secretario general de ese gremio, Gerardo Martinez, en los servicios de inteligencia durante el terrorismo de Estado.
-¿Cuáles fueron las características del ataque?

 Por orden judicial, realizamos las recorridas por las obras acompañados por la Policía. Aún delante de la misma policía nos atacan. Este ataque se produjo en la obra de Eva Perón 129 de Temperley, tenemos tres compañeros internados. A uno de ellos le abrieron la cabeza golpeándolo con un fierro. Estaban acompañados por un policía, pero no les importó. Ya hemos realizado más de 20 denuncias de este tipo en la misma Fiscalía pero nada los detiene. En los coches de la UOCRA había armas blancas. Tienen que parar esto. Acá hay una organización mafiosa fuera de control.
-Sólo en los últimos días se registraron tres ataques, parece una guerra.

 Mirá, cuando fundamos el sindicato hace tres años, era un solo grupo y estaba controlado. Ahora el aparato se compone de un montón de bandas fueras de control, que inclusive se pelean entre sí por el control del territorio. Todo esto es posible porque no funciona la Justicia ni la Policía y hay complicidades.
Esto es mucho peor que la vieja burocracia sindical. La UOCRA es un aparato aceitado para tener controlado a los obreros pagándoles salarios de hambre. Un oficial gana 2.800 pesos. El tema es que ese aparato exploto, se devidió en por lo menos cinco grupos que controlan las distintas zonas del país.
-¿Cuál es la razón del enfrentamiento?

 El tema es que aumentó la caja y vinieron las peleas entre las bandas. Una vez que la patota que controla la zona y se te metió en la obra, tanto los trabajadores como los empresarios se transforman en rehenes. El Estado no se puede hacer el distraído ante tanto salvajismo. Exigimos que se respete la libertad sindical pero también la Vida, porque insistimos esto es grave.
-¿Ustedes realizaron una querella contra el Secretario General de la UOCRA?

 Yo soy uno de los querellantes en la causa donde hasta la misma Secretaría de Derechos Humanos de la Nación tuvo que admitir que Gerardo Martínez era servicio de inteligencia durante el terrorismo de Estado. Su nombre de guerra es Antonio Mansilla. Y como se verá, su pasado de entregador y servicio no desentona con su presente al frente de la UOCRA.
 
* Equipo de Comunicación de la CTA
 
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