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martes, 24 de julio de 2012

Fuera Gerardo Martínez de la UOCRA: Juicio y Castigo


Las denuncias y pruebas aportadas por el Sitraic y los organismos de derechos humanos  han constatado plenamente  que el elegido para sentarse a la derecha de la presidenta en su recibimiento a la flamante la CGT “Balcarce” no  era sólo un “buchón” del Batallón 601, sino un agente “hábil, leal” y con mucha “vocación de servicio”.

Bajo el alias de “Gabriel Antonio Mansilla”, Martínez actuó como agente secreto del Destacamento 201 de Inteligencia de Campo de Mayo revistando en el listado del Personal Civil de Inteligencia (PCI) del Batallón. Las pruebas ahora son categóricas de su ingreso a la fuerza en octubre de 1981, mes en el que cobra su primer sueldo, junto con su juramento de  “lealtad y fidelidad” al ejército.

Bajo la especialidad de “Agente de Reunión en el ámbito Gremial” recibía además del pago del ejercito una remuneración por “actividad riesgosa” que no perciben la inmensa mayoría de los obreros de la construcción y si la recibía este agente por botonear activistas. Literalmente, Martínez hizo su carrera sindical como agente delator de la dictadura, puesto que nunca trabajó  como obrero de la construcción.

En las copias del legajo consta algo aún más terrible:  Martínez formó parte de esos cursos de “Interrogadores” que por aquellos tiempos, y también en la actualidad, son una especialización en torturas.

Ya nada tiene que hacer en la UOCRA Gerardo Martínez. Su actuación después  de salir del ejercito oficialmente -aunque difícilmente haya dejado de tener vinculaciones con los “Servicios”- fue instaurar un régimen de patotas y corrupción generalizada que expresa el grado máximo de descomposición a que se puede llegar dentro de las organizaciones gremiales.

Martínez hoy es un comisionista de las patronales privadas y de las propias obras públicas. Dirige compañías de micros, comedores de obras, apalea trabajadores que se le oponen y ha dejado de funcionar hace ya mucho tiempo como sindicato. 

 Esta descomposición lleva a decenas de enfrentamientos a tiros entre ellos. Las patotas de Martínez actúan en forma despótica contra las patronales que no colaboran de forma mafiosa. Todo esto se agravó en estos años con la complicidad del gobierno de los Kirchnner que siempre lo tuvieron como “aliado estratégico en la Obra Publica”.

La creación del Sitraic, un nuevo sindicato de la construcción que está ampliando su ámbito de actuación en el orden nacional, ha dejado en claro las necesidades de los trabajadores de la construcción de tener un ámbito de organización y de lucha independiente del Estado y de las patronales donde se ejerza la democracia sindical y se plantée una orientación en defensa de uno de los sectores más postergados de los trabajadores argentinos.

 Que se vaya Martínez de la UOCRA, de la CGT y de su representación en la OIT, donde también será denunciado.

La realización de un Congreso Nacional del SITRAIC en octubre abrirá un punto de reagrupamiento a todos los trabajadores de la construcción, incluidos los Dragones, de otro tipo de sindicato basado en la elección de delegados por obra, las asambleas generales como método de deliberación, las comisiones obreras de seguridad electas por los trabajadores y un programa de reivindicaciones asentado en la independencia política de los trabajadores. Para ello la Coordinadora Sindical Clasista del PO, que integra el SITRAIC, ha tomado como propia esta actividad en todo el país.

La construcción de un sindicato alternativo que sea una herramienta de los trabajadores de la construcción de todo el país, es el desafio que tenemos por delante.

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