Liliana Suárez de García no descansa un segundo en la búsqueda de justicia para su hijo Daniel, asesinado en Paysandú, Uruguay, durante la Copa América de 1995. Lleva su nombre a todos lados y golpea puertas, aquí y allá, para que la causa, archivada y sin condenas, pueda reabrirse. En los últimos días, junto a la defensora adjunta del Pueblo porteña, Graciela Muñiz, recibió una denuncia sobre dos presuntos involucrados en el crimen, Máximo Zurita, conocido como el Gordo Cadena, y José “El Flaco” González, quienes generarían contratos en obras de construcción para financiar la barra brava de Deportivo Morón.
Muñiz y Liliana García se reunieron el miércoles con dos dirigentes de la Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina (UOCRA) para transmitirles la denuncia. En las oficinas de la Defensoría, el secretario de Organización y Asuntos Gremiales del sindicato, Hugo Ferreyra, y el de Finanzas, Osvaldo Rodríguez, se comprometieron a darles de bajo a ambos afiliados. Zurita es el Nº 339.840, mientras que González es el Nº 199.431.
Ayer, desde la UOCRA, le anunciaron a Muñiz la baja de González, quien el 19 de octubre, según las denuncias que recibió la madre de Daniel, apareció en una nota de Crónica como vocero de los trabajadores de una obra en Merlo, en la que había muerto el obrero Ricardo López Leiva. González sería el encargado de contratar a las personas, que en realidad serían barras de Morón. El caso de Zurita, contestaron de la UOCRA, es diferente, ya que tiene fueros sindicales por ser delegado gremial. “Lo vamos a vigilar”, le prometieron a Muñiz.
El Gordo Cadena fue jefe de la barra brava de Morón. Ahora, dicen, va a la platea. Encabezaba los grupos de choque de Juan Carlos Rousselot cuando este era intendente del municipio, en donde además el barra trabajaba. Otros presuntos involucrados, además de González, son Carlos Salomón (Carly)y Miguel Ángel Lobato (El Gallego). En su momento, con el paraguas protector del PJ Bonaerense, armaron coartadas para zafar de la justicia. La investigación, además, tuvo dilaciones que la llevaron a su archivo. Pero Liliana no para. Ante la impunidad, los irá a buscar por todas partes. Aunque la condena sólo sea social.
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A raíz de la nota de Tiempo Argentino
La nota de Tiempo Argentino, más allá de confirmar que la UOCRA es una cueva de barrabravas, asesinos y ex convictos, demuestra quien es el nexo entre Gerardo Martínez y la estructura mafiosa y violenta que utilizan para reprimir: Hugo Domingo Ferreyra, el hombre al que Martínez encarga los trabajos sucios.
Es público y conocido por los trabajadores de la zona Oeste del Gran Buenos Aires, que el denominado "Gordo Cadena" jefe de la barrabrava de Morón, trabaja para Ferreyra y reprime a los trabajadores o activistas que "molestan" haciéndose presente en las obras con su patota.
Hugo Ferreyra, quien para Martínez ocupa un rol parecido al de Pablo Díaz con José Pedraza en la Unión Ferroviaria. Recordemos que Díaz en el crimen de Mariano Ferreira era quien dirigía la patota y quien se comunicaba con la policía para liberar las zonas.
Hugo Ferreyra sorpresivamente como cuenta la nota refiriéndose al "Gordo Cadena" dice "lo vamos a vigilar". La pregunta es tan obvia que cae de madura ¿como vigilar a un asesino si uno no es cómplice? Entonces ¿él lo controla? ¿él le ordena? Esta claro con esta afirmación que él es el jefe por lo cual a "confesión de parte, relevo de pruebas".
En breve ampliaremos con un informe sobre Hugo Ferreyra.
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