Todo indica que la golpiza que recibieron trabajadores afiliados al gremio de la construcción por parte de otro grupo sindical fue premeditada. Una de las víctimas casi muere congelado al tirarse al río Bote, escapando de la patota
Un violento choque entre trabajadores de la UOCRAa raíz de un conflicto salarial causó ayer heridos de distinta consideración en cercanías de la villa turística de El Calafate, en la ciudad de Río Galegos, provincia de Santa Cruz.
Se trató de un enfrentamiento entre un grupo de delegados del gremio de la construcción y trabajadores de la empresa ECLESUR en la zona de Río Bote, encargada de la obra civil del Interconectado eléctrico.
Los incidentes se produjeron entre las 7:00 y las 8:00, cuando los empleados de ECLESUR, también enrolados en la UOCRA, arribaron en colectivos al lugar de trabajo procedentes de El Calafate, distante unos 40 kilómetros.
"Llegamos a trabajar como todos los días, y apenas bajamos nos empezaron a golpear con palos y trompadas", dijo un trabajador en declaraciones a una radio local.
Los obreros reconocieron haber reaccionado ante la agresión y denunciaron que se escucharon disparos cuando la gente dela UOCRA se iba del lugar, con dirección a Río Gallegos, desde dónde presuntamente eran oriundos.
El descontento surgió por el reclamo de los trabajadores de ECLESUR por anomalías en la liquidación de haberes, que habría sido rechazado por los delegados dela UOCRA.
"Un delegado nos dijo: al que no le gusta que se vaya, como si fuese la patronal, se quejaron los empleados al móvil de la radio.
Producto de los golpes, siete personas fueron trasladas en tres ambulancias hacia el Hospital Formenti: sólo dos de ellos quedaron en observación, uno por un trauma encéfalo craneano y el otro por un trauma facial con herida cortante en el cuero cabelludo, pero ninguno con carácter grave.
Una de las víctimas de la patota relató lo sucedido a la agencia de noticias OPI Santa Cruz: “Como todos los días llegamos antes de las 8:00 en los colectivos que nos pasan a buscar por el pueblo y a medida que íbamos bajando nos iban dando. Uno de mis compañeros, que se había retrasado en bajar, se largó del colectivo y corrió mientras le pegaban y del miedo a que lo mataran se metió al río (bote) escapando de la paliza y casi se congela; cuando lo levantamos tenía las piernas golpeadas, mojadas y duras”. El testigo se refiere al Río Bote, que es un cauce de deshielo donde todo el año el agua está a muy baja temperatura que mata de hipotermia a quien caiga en él.
A raíz de los incidentes, los obreros decidieron quemar cubiertas al lado de la ruta, hasta donde llegó el intendente local, Javier Belloni, y el titular del ANSES local, Leonardo Mardones, para intentar mediar en la situación. Paralelamente, en la sede de la UOCRA, conocidos los incidentes, un grupo de desocupados de la construcción decidió apostarse, denunciando el manejo "discrecional" de la bolsa de trabajo por parte de los delegados.
Es que en la sede de la UOCRA se inscribe a los desempleados y de allí se derivan a las empresas, de acuerdo a la requisitoria de las mismas. "Hace seis o siete meses que vengo a firmar y veo como otros que llegaron hace poco entran a trabajar. La paciencia tiene un límite, y nosotros nos enteramos que a los muchachos de ECLESUR les fueron a pegar en la ruta. Nos cansamos de la actitud del gremio", aseguró el desempleado.
Horas después, y proveniente de la ruta, los trabajadores de ECLESUR se sumaron a los desocupados frente a la sede sindical. El gremio se encuentra intervenido por el sindicato a nivel nacional y pese a que se convocaría a elecciones en 90 días, ya pasaron tres años y aún no se comenzó el proceso de normalización.
Este no es el primer incidente que ocurre con el protagonismo de este grupo sindical: en 2009, también armados de palos y encabezados por Carlos García, corrieron a palazos a un grupo de trabajadores mercantiles y dirigentes del Partido Obrero que reclamaban frente del Sindicato de Comercio y por el hecho hay siete imputados en la causa, aunque todavía ningún procesado. Además, en abril de este año, una feroz golpiza contra estatales y docentes, también encabezada por García, terminó provocando que este fuera desplazado del manejo del gremio.
Sin procesamiento judicial alguno, en ese momento se aseguró que se convocaría a elecciones, algo que finalmente no ocurrió.
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