Contenidos protegidos por la Dirección Nacional del Derecho de Autor

viernes, 16 de septiembre de 2011

Se cumple un nuevo aniversario de la "Noche de los lápices"


El 16 de septiembre de 1976 un grupo de estudiantes, en su mayoría militantes de la Unión de Estudiantes Secundarios (UES) y menores de edad, son secuestrados por grupos de tareas del Batallón 601 de Inteligencia del Ejército y la Policía Bonaerense para luego ser torturados y en algunos casos, desaparecidos.

La causa se relaciona directamente a que este mismo grupo de jóvenes había participado un año antes, en septiembre de 1975, en los reclamos estudiantiles por el Boleto Secundario.

La madrugada del 16, se llevaron a diez chicos de entre 14 y 18 años de sus casas y sólo cuatro sobrevivieron. Ramón Camps, titular de la Bonaerense, dijo para justificar el operativo que se había hecho "por el accionar subversivo en las escuelas".

Hoy "Día de la Reafirmación de los Derechos de los Estudiantes Secundarios" a 35 años de la Noche de los Lápices, el SITRAIC quiere recordar a aquellos jóvenes por su lucha, y repudiar profundamente la cobarde acción de los represores que sin ningún tipo de miramiento los torturaron y mataron, pero jamás silenciarán sus espíritus militantes.

Ellos también están presentes en nuestra lucha diaria como todos los compañeros desaparecidos.

Por memoria, verdad y justicia...

Poema de Pablo Díaz, sobreviviente de "La Noche de los Lápices". (Junio de 1985).

Dedicado a Claudia

(Claudia Falcone, secuestrada aquella fatídica noche)

Hoy

me he quedado inmóvil observando en el recuerdo

el beso que se estrellaba en el muro.

Flor o acero. Ni ángel ni desángel.

Sólo la verdad desnuda.

La voz es un reclamo de amor y un instante duro.

Pero las manos no pierden el momento de tus manos.

¿dónde estás, en qué tiempo, en qué mundo te encuentro? ¿Hasta dónde estiro la mirada para verte?

Si me dieras una señal, el próximo 31 de diciembre

me llegaría hasta vos.

No creas que no te busco, no me olvido,

pues no hubo adiós; nos dijimos hasta luego.

Por favor, que las aguas del mar te traigan hasta mí.

O la soledad del otoño,

o las flores de la primavera.

Como quieras.

Pero no dejes de volver a lo que soñamos.

Si no es conmigo, ojalá que igual estés en paz.

¿Te acordás?

Habíamos quedado en ir de vacaciones

o de juntarnos todos los chicos a tomar cerveza.

Pero estoy solo, ni vos ni ellos han vuelto.

Y yo camino mirando a ver si los encuentro.

Me junto con sus madres, padres, hermanos,

tíos, amigos,

y no sé qué decirles, ¿dónde están las palabras para ellos?

Todavía no he aprendido a no desafinar,

¿y las idas a las villas?

¿Qué es esto de sobreviviente? ¡Por favor!

Que algún día los encuentre.

No hay comentarios:

Publicar un comentario