Que alguien le avise a Cristina (4ta parte)

Siguen las palabras, su danza infernal, confundiendolo todo, decir que el 2011 es el año declarado "del trabajo decente, la salud y los derechos de los trabajadores" parece una broma de mal gusto, decimos de mal gusto porque en la industria de la construcción el trabajo en negro y esclavo se lleva vidas, en general de jóvenes trabajadores.

Decir que "trabajo en negro" es discriminatorio, es una sutileza que sólo podría tomarse en cuenta si esa realidad fuera dominada por la conducción, no sólo de la presidente sino de todos los que dicen apoyar su reelección, algunos para poder sostenerse y otros tantos para ir agarrados de su vestido, y así salvarse en la lista sabana.

Que alguien le avise a Cristina que hay trabajo en negro y esclavo; como es el caso de la construcción, donde hay empresarios o pseudo-empresarios corruptos que generan enormes ganancias, pero para que eso pase hace falta una profunda corrupción sindical que lo avale; y cuando ella se saca fotos y firma acuerdos con Gerardo Martinez, secretario general de la UOCRA, esta avalando ese sistema, que junto al del campo y al textil son los grandes frentes de explotación, precarización y fraude.

Sus intendentes que son cómplices directos, tanto en la obra pública como en la privada, utilizan en muchos casos en carácter de explotación, a hombres y mujeres de las cooperativas.

Intendentes de la provincia de Buenos Aires, tenemos el ejemplo del intendente de Lomas de Zamora, que responden que ellos no tienen "nada que ver con el trabajo en negro", y en realidad son productores directos de proyectos inmobiliarios de enorme valor, a costa de la explotación y la sangre de los trabajadores.

Que alguien le avise a Cristina que su discurso puede juntar votos, pero la falta de hechos no disipa la mugre que destruye la moral y la vida de miles de argentinos.

Que alguien le avise que sus "amiguitos" de la corporación sindical la utilizan todos los días para lograr impunidad, someter a los trabajadores y acrecentar su riqueza.

Que alguien le avise que la democracia sindical y la libertad sindical le ahorraría a los trabajadores tanta injusticia y tanta muerte...pero algo pasa.

...no le avisan a Cristina y ella se apabulla con los índices y las palabras, mientras tanto más de 600 mil trabajadores de la construcción sobre un universo de un millón, padecen, sufren y mueren en las obras que ellos nunca disfrutaran porque son ciudadanos de tercera clase, y porque son el testimonio contundente de que lo que sobran son las palabras.